Mi Manuel

- 322 - bienes que no dejó, pues fueron sólo originales de sus nume- rosos escritos que encontraron y su ahijado se lo:S llevó a su convento. Manuel al quererlo ir a ver también, el doctor Vargas le dijo francamente: -"No vaya usted don Manuel, su sola pre- sencia turbaría su conciencia, déjelo morir tranquilo". Ma- nuel no insistió, pues sabía de sus grandes dudas, sintiendo no más, no estrecharle la mano a su amigo, por última vez antes de morir. Desde, el fracasado ataque del pueblo a la casa y la ani- mosidad que presentíamos tenían contra Manuel, nada raro habría sído que molestasen a nuestro hijito si lo encontrasen en la calle sin nosotros; Gamarra 1 siempre precavido, aunque algo tímido, podía tener razón, al acons·ej arme de hacerle cor- tar a Alfre.dito sus largos rubios bucles, orgullo mío, pero de- masiado llamativos en Lima, donde no se usaban, como era entonces moda en París; y con todo el dolor de mi corazón, decidí llevarlo a la peluquería a hacérselos cortar. Allí ·encontramos a Hildebrando Fuentes, aquel de lo.s bi- gotazos negros, insurrecto<s y parados que le valieron el apo- do de "Pan fué"; antiguo miembro del Círculo Literario que se había escurrido prudentemente al ver la anodina sociedad, tranformars-e en arma combativa. Siempre se titulaba amigo nuestro y acercándose a saludarme, curioso asistió a. la ejecu- ción de lo que yo llamaba "mi sacrificio". En efecto ví con pena la implacable tijera cumplir su obra .destructora y caer los largos cabellos. Mientras que yo apena- da los juntaba para cons,ervarlos, el muchacho encantado se reía, al verse aligerado de esa "toison d'or" que tanto le pesa- ba en los hombros. Al salir, don Hildebrando :se ofreció a acompañarme a ca- sa, sirviéndole de pretexto contarle a Manuel del contraste en- tre la alegría del hijo y la tristeza de la pobre mamá. Oreo que fué la última vez que vino a vernos antes de irse de prefecto a Iquitos. Pasados los meses de verano habíamos regresado a Lima; Manuel volviendo a sus luchas, escribiendo; yo . a seguir las lecciones a Alfredito, interrumpidas durante la esta.día en el campo.

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