Mi Manuel

- 24- Al volver mi papá de su viaje, regresamos nosotras al cole- gio y empezó para mi pobrecita hermana el clásico proceso tan conocido de continua tos e invencible inapetencia: el de la tisis. Avisado mi papá se la llevó a París, a que la viesen eminen- cias médicas, que no hicieron más que confirmar el mal. Enton- ces mi papá la quiso retirar del colegio, pero las madres no lo consintieron, tal vez en vista del mal estado de mi mamá o cre- yendo aún poderla salvar con sus cuidados y sus rezos. Poco a poco iba empeorando mi mamá desde esos tres últi- mos año;s. de enfermedad, hasta que el 12 de junio de 1874, se apagó tranquilamente sin sufrir, en medio de su sueño. Imposible me es poder describir todo el desgarramiento que causó su muerte en cada uno de nosotros. Mi único consuelo fué r efugiarme en el cariño de mi hermana, sin saber que pron- to iba, ella también a faltarme, completando la destrucción de nue:stro querido hogar de unión y cariño. Sobrevivió sólo un año a mi mamá; sabido es, que cuanto más joven es un organismo, menos resistencia opone al mal. Las monjitas la habían instalado a parte en un lindo cuarto con vista al jardín y de cuya ventana veía jugar a sus antiguas compañeras. ¿Cuánta triis.teza subiría al corazón de esa pobre niña sa- biéndose perdida? Su gran deseo era ir a Lourdes esperanzada en su gran fe y entusiasmada por el fervor del medio que la rodeaba. Oreo que fué su único consuelo y bendigo con todo mi co- razón a estas santas mujeres que con su cariño consolaron sus últimos momentos. A mí no me permitían verla sino unos cuantos minutos y besarla sólo en la frente. A mi papá a pesar de s,er convento claustrado donde nunca entran hombres, le permitían verla todos los días; doblegándose la severa regla, ante la ley de amor de un padre. Murió el 16 de mayo de 1875. Todas las niñas asistieron a su ·entierro vestidas de blanco, cada una llevándole flores de las que cubrieron .su tumba. Sesenta años más tarde, h e regresado a todos esos lugares, viejos testigos de mi infancia, llevada por el cariño de mi hijo