Mi Manuel
- 275 - A mi hijito le entretenía hacer pruebas con el botijo, de- rramando ·el agua por todo.si los lados, acabando por llevarlo a la boca.- "¡Ya te oigo mamar!", le gritaba doña Dolores, due- ña del botijo, puesto sobre la ventana del comedor.-"C'est plus commode !", me decía él riéndose cuando yo lo reñía y se lo quitaba de las manos. En cuanto a Manuel su carácter apacible desdecí a com- pletamente del dicho francés, a pesar de no tomar más que agua. Era su costumbre inveterada, pero nunca usó el botijo español, hebiendo sólo en la mesa al terminar sus comidas, después del dulce, sus dos copazas llenas, seguidas: igual toda su vida. Me dij o doña Dolores que su cuñada partía para Córdoba por algunos meses y al irse, Alfredito le quiso hacer un rega- lo a Manuelita. No es. difícil complacer a una chica de ·esa edad, y le com- 1wé un servicio de porcelana, con su mesa de patas dobladizas, formando una caja que contenía fuentes, platos, vasos y cu- bj ertos, todo lo necesario para imitar a las gentes grandes y recibir dignamente a sus comensales. Encantada quedó la chica oyéndole yo decir a su tía: - "¡Yo no esperaba tanto! y no me lo llevaré ... , estos imbéci- les de Córdova me lo romperían". . . Daba risa oírla expresar- se tan irrespetuosamente de sus parientes provincianos. Ese mis- . mo día estrenaron el servicio; la tía proveyó de fruta y dulces los diminutos platos: todo lo usaron y sin romper, que fué lo mejor, para no ser como "esos imbéciles de Córdoba" a quie- nes tenía en tal mal concepto Manuelita. Una tarde en que se habían reunido una media docena de muchachos a jugar en la casa, a Manuel se le ocurrió llevar- los a la pastelería y allí escogiesen todo lo que qui1s.iesen.- ' 'Dame unos cuantos duros, me dijo antes de partir, estos zán- ganos me van a secar la bolsa". Y partió Manuel con la polla- da a la pastelería de J acometrezo a la esquina de la casa. Vol·- vj ó cada uno con su gran paquete:- "Qué brutos son los mu- chachos, me decía Manuel riéndose, ni un duro me ha costa.- do la broma, se han escogido los bizcochos más ordinarios yendo toldos al bulto".
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