Mi Manuel

XIX BORDEAUX Por fin partimos para Bordeaux y de allí pensábamos ir a alguna playa a pasar los meses de verano. Muy alegre nos pare- ció Bordeaux después de la monótona tranquilidad de las otras ciudades por donde habíamos pasado, después de dejar París. Lo primero que conocimos fueron "Les Allées de Tourny" anchas, elegantes, bulliciosas, llenas de esa superabundante alegría que impone al medio el carácter meridional. La primera noche nos alojamos en el "Hotel du Chapon fin", place du "Mar- ché aux Grands Hommes" y al otro día buscamos la rue Fran- klin N 7, que nos habían recomendado desde Blois. En efecto allí fuimos muy bien recibidos; la dueña, Mme. Laffue respe- table señora de unos cincuenta años, era el verdadero tipo de la dueña rde "casa de huéspedes" y pronto nos vimos rodea- dos de amigos en cada uno de ellos : Madame de Fourcauld y su hijo J ehan de 20 años, estudiante de la Universidad, que se escapaba casi todas las noches, para gran desesperación de su madre. Madame Montagné señora de más de setenta años, vi- vía allí bajo la tutela de su hija casada que habitaba en la ciudad, pero cuyo marido no admitía tener la suegra a su lado. En fin, entre los hombres, Monsieur Elie Laurore, nuestro veci- no de mesa al lado de mi Bebé y que pronto fué su gran amigo. Al otro día un señor Pedro Valiente, que también era huésped, se le acercó a Manuel preguntándole en español si no habíamos viajado años antes, a bordo del Orinoco. Al contestar- le Manuel afirmativamente le dij o haber estado en el mismo va-

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