El índigena y los congresos Panamericanos
EL JNDIGENA Y LOS CONGRESOS PANAMERICANOS 5 'voluntario exilo en Nueva York. No tendría mayor im– portancia ,esta creación del Sr. Corbacho, de cuyo éxi– to no estoy informada, si no fuera una muestra exacta de la labor política que constantemente hacen entr,e no– sotros toda clase de ciudadanos, en la esfera anónima, periodística o en cualquiera tribuna que sea. Ataco, no al Sr. Corbacho, que éompromete mi gratitud con sus recuerdos de amistad, sino al morbo epidémico que lo ha hecho víctima como a tantos, y que no ha podido sa– cudir rii con el cambio de medio. ·En el sobre de la car– ta he ,escrito "Esto en lugar de ver los peligros que co– rre e l Perú de parte de la Potencia Norte-Americana". No se agranda la mentalidad de los peruanos que resi– den en la ciudad colosal - ,el centro del mundo; - ella vaga incorregible alrededor de las pequeñeces de la pobre politiquería de casa. Perdón, que ,el patriotis– mo me obliga a tener franquezas como un médico ante ;/ una dolencia grave. Nueva York, Setiembre 2 O de 19 3 7. Señora Dora May.er de Zulen. Callao. Mi distinguida y recordada amiga: Han pasado muchos años, pero la admiración y el sincero afecto que por Ud. he cultivado desde que la conocí en el Callao, cuando vivían mis primos Carlos y ..
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