El índigena y los congresos Panamericanos

4 DORA MAYER DE ZULEN do y gastan bastante dinero mientras tratan de consti– tuir un nuevo gobierno. Pero, se levanta impuestos que causan una enorme subida en los precios di=! los artícu– .los de pri,rnera necesidad y ,el gobierno en ciernes tam– bién requiere dinero, y el bajo pueblo es el que paga y sufre. Se le promete mejor~s tiempos, pero es demás pensar en mañana cuando no se sabe cómo._ vivir hoy. Encarecidos fantásticamente el arroz y la sal, los miles de colíes qu,e hay en la ex-capital de la China y que ganan con duros trabajos 5 O o 60 pesetas por mes, se ven a– fligidos de un terrible problema. Las importaciones se hallan dificultadas con el descenso del valor el.e la pla– ta y el uso continuo que hace el ejército de las líneas ferroviarias''. Puede hablarse con esta cita en cabeza ajena de circunstancias que son susceptibles de hacerse ciertas en cualquier momento también en el P,erú, donde las des– gracias refluyen sobre ~l indígena que es pobre en su terruño y más pobre en la ciudad, casi tanto como el coolíe, ex-campesino chino. Mientras que para una mino– ría la aventura revolucionaria es un deporte y un jue– go de azar, para las mayorías iner,mes significa un fla– gelo. Para caracterizar aquel mal del faccionismo cróni– co, de una propensión extraordinaria a la disensión in– terior de que adolec,e nuestro o~ganismo patrio, tendré que cometer la indiscreción de insertar aquí una carta del Sr. Jorge Corbacho que me comunica haber fundado una "Sociedad Patriótica Peruana" desde su ya quizá

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