El índigena y los congresos Panamericanos

40 DORA MAYER DE ZULEN política, respectivamente frente a las repúblicas surame– ricanas y a los vecinos europeos y el Japón. Llamaré la atención al hecho de que se confunde con frecuencia el sentido de vocablos que son pareci– dos en la forma pero diferentes en el significado. Ob– sérvese que ,en táctica política se suele confundir la uni– dad con la uniformidad. Procurando establecer una uni– dad nacional, se intenta uniformar a todos los componen– tes del complejo; someter a costumbres, leyes, instruc– ción, idioma y aspecto gen.eral iguales a todos los con– gregados, que reunidos sea por cohesión natural o por anex1on forzosa, tienden a múltiples modalidades. Este empeño produce un efecto justament,e contr&rio a la uni– ficación deseada. Hasta un pu.eblo conquistado vive a ve– ces tranquilo dentro del dominio "imperialista si se le deja cons,ervar sus tradiciones, hablar 'su idioma, rendir su culto religioso, vestir a su uso y mandar a sus hijos a la escuela sin tropezar con fanáticos proselitistas que lucharan por desprender a la juventud de la ra;ma de que brota r a . El nacionalismo español de Franco lucha en fal– brotará. El nacionalismo español de Franco lucha en fal– so si quiere ahogar las aspiraciones de Cataluña, Gali– cia, Vizcaya y Asturias. Aquí en el Perú hemos caído como todos los de– más en este fatal error de querer uniformar la población. Pues,. no otra cosa significa ese continuo disertar sobi:,e la necesidad de "incorporar al indígena a la vida nacio– nal contemporánea". Hablando de un próximo Congre– so Indigenista en La Paz, Bolivia, dice un editorialista en Abril del pres.ente año que en: el Perú, Bolivia, Méxi-

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