El índigena y los congresos Panamericanos

EL INDIGENA Y LOS CONGRESOS PANAMERICANOS 33 aquellasi. épocas en que los mestizos lograban excluir el ingreso de rivales. . " , • Los tiempos no .son hoy los mis.mas que hace cua– renta años. No se podrá evitar una afluencia poderosa de inmigrantes, empujados hacia A~érica por los luctuo– sos acont,ecimientos en otras regiones del orbe. La pre– sión desde atrás ejercida sobre masas humanas desam– paradas y fugitivas las hará invadirnos o en sigilo o en son de guerra. El judío está organizado y proteje · a- cual– quier ejército de parias; el japonés tiene a la ,espalda u– na pot,encia que no teme a esa otra potencia, los Estados Unidos, que desde hace medio siglo trabaja contra su in-– greso en las tr,es Américas. Porque no se, doblega al temor quien siente las energías expansivas de un pueblo c,hico · y concentrado. Como poblador en extrañas tierras el yanqui no cuenta. En todas partes Estados Unidos no hace más que colocar un par de capataces o maestros. AÍ contrario, Estados Unidos podría considerarse en el Perú más bien como un despoblador, diezmando al bracero indígena en los trabajos de las minas o iniciando esa política n~ísi– ma de 'preparar un campo de combate en territorio aje– no en que el soldado indígena sería ,el pagano, batién– dose en guerras debidas al imperialismo y armamentismo de Norte América. No dejarnos engañar por la hábil política de los ave.. sados diplo1:1áticos de Washington seria un punto de primera urgencia p~ra nosotros los peruanos y los sur– americanos en general. No dejarnos lanzar en una gue-

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