El índigena y los congresos Panamericanos
EL INDIGENA Y LOS CONGRESOS PANAMERICANOS , 23 año la publicación en L~ma de una r,evista titulada "Re– pertorio Hebreo'', revista de buena intelectualidad como lo ·son gen~ralmen~e las producciones judías. No había visto inconveniente · de acc,eder á la invitación del fun– dador, de doble apellido, Miguel Adler a la europea y Ben Tzvi a la israelita, puesto que hay muchísimos as– pectos en la raza aludida que la hacen digna ele toda deferencia. Miraba entonces a los judíos como mosaicos, imbuídos de una antigua religión severa, y no como lci;s incrédulos rojos del marxismo. En mi juventud conocía e l prejuicio de los judíos y las características qu,e se ·les atribuía tan solo por relatos que de Alemania hacía ·rhi 1nadre, pues aquí apenas se veía un judío para muestra. Aunque · la ·guerra de 19 1 4 trajo aquí una parte del éxo– do judío d.e Europa, yo en el retraimiento que me es ha– bitual no me había apercibido todavía de la invasión del n1arxismo y de su naturaleza, hasta entrar en repetido contacto con el señor Adler. De 1929- hasta ahora data para n1í. una época de perspectiva social muy diferent,e a la anterior. El señor Adler resultó no ser de los judíos marxistas y hogareños, sino de los marxistas del ambr libre y de los hijos ·para el estado. Pero esto lo sup,e más tarde. Mis escritos en ·el "Repertorio Hebreo" se refieren a la raza de Palestina tratada .en Europa durante siglos sin caridad cristiana, tratada con una iniquidad que bien puede ser la causa del "peligro rojo" que ahora azóta al mundo entero. Justo es prot.estar contra el espíritu de los rojos, pero justo es también mencionar cómo se ha– brá originado.
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