El índigena y los congresos Panamericanos
18 DORA MAYER DE ZULEN men · antiguo de gobierno no ha sido óbice para que los pueblos adelanten. Esta comprobación es importante. Se ve que media~t~ un estímulo en forma ordenada que se diera a la lerda mentalidad de pu,eblos atrasados que es– tu~ieran ya en actitud de despertar y levantarse, el p r o– greso se podría efectuar sin violenta subversión de go– bernantes o de regímenes. La petulancia y el propósito de subvertir el régimen trunca la labor d.e los socialis– tas. En -los primeros años de ,esta década habríamos con– servado la libertad de prensa y una fuerte oposición par– lamentaria a no ser por las conspiraciones d.e los políticos afanados por tomar las riendas del gobierno. ¡ Cuánto más nos habría servido la prensa libre y la oposición en las Cámaras que los cambios de go_bernante ! ¿ Qué material humano hay preparado entre noso– tros para hacer positiva la prom.esa de los programas, los planes, los proyectos, las teorías de los candidatos al gobierno? Querer gobernar para deteriminado siste– ma administrativo sin tener elementos para ello, presu– pon.e Ul'\, fracaso. Nó es un gobierno siempre asediado de enemigos internos quien pueda desempeñar bien la función de dar una instrucción amplia al pueblo. Son la Prensa Libre y la Oratoria Parlamentaria los factores más calificados para ilustrar al gran público. Y de estos nos ha privado la táctica desac.ertada de los que se ima- , ginan ser redentores sociales. El indígena está en el programa de todos los fac– ciosos pqlíticos. Los marxistas peruanos son los que se la dan especialmente de indigenistas. Pero también de-
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