El índigena y los congresos Panamericanos
10 DORA MAYER DE ZULEN lugar de guano y salitre, y· derrota pacífica en lugar de derrota bélica. Dirija Ud. la mirada hacia las naciones extranje– ras qu,e viven de los tesoros del Perú; diga Ud. a n~es– tros compatriotas que sin alardes, sin guerras, con mera altivez y prudencia, defiendan el país contra las humi– llantes pretensiones de los presta¡mistas millonarios y las peligrosas habilidad.e~ de los diplomáticos avesados y en– tonces, cuando haya ~btenido una reacción regenerado– ra, prometa la reverificación de la independencia de 1 821. Cumplido con la pres.ente exposición de los concep– tos que me guían en el terreno público, mi deber de a– mistad y patriotismo, firmo con la sinceridad de consi– deraciones de que Ud. no puede dudar su atta. \ Dora Mayer de Zul1en. Un jalto I a la ofuscación partidarista. Un ¡alto! también a la ofuscación patriótica: Lealtad al partido e s exigirle rectitud y advertirle de sus errores. ¿ Pero qué s aben de principios muchos de los afiliados a un: parti– do? Muchos jóvenes entran a un partido como en un jue– g o de damas: "tu tomas las fichas blancas, pues yo to– mo las negras" - el objeto es jugar y g anar al otro; no hay convicción de por medio. La acción de tales j óve– n~s está llena de contradiccion,es e ideas confusas. Lo mismo que se califica de malo en el otro lado, se califi– ca de bueno en el suyo. Con toda frescura y sin ironía
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