La Perricholi, t. 2

l. A P E R R I C H O 't t • 83 lVIARGARITA.-¿ Sufrir un de$engaño, yo? T AGLE.-Sí, dando crédíto con vuestro candor de ángel, a palabras falaces. MARGARITA..-¿A palabras falaces? ¿De quién? Explicaos. T AGLE.-De l\!Ianuel Arnat. MARGARITA.-¡ Oh! ¿Qué motivos tenéis para ex- presaros así? T AGLE.-Sé que os ha hablado de amor... Como es- tá ahora hablando a Elvirita... Y deseaba advertiros.... Eso es todo. · <TERMINJP LA GAVOTA). <APLAUSOS J. * * * MANUELITO.--Elvirita, habría dado la vida por- que no .tenninara el baile; por pasar unos momentos más a vuestro lado. ELVIRA.-No me engañéis. No me engañéis, os lo suplico. _ MANUELITO.-Salicl mañana en la noche a vues- tra ventana ... A las diez os esperaré. ELVIRA.-No... no puedo. MANUELITO .-¡ No me hagáis sufrir!. .. ¡No seáis cruel, hacedme una merced! ELVIRA (Con tierna súplica).-¡ No os burléis de ele mí, por piedad, caballero! MANUELITO.-Os a1no y os lo repito. No me ofendáis con vuestra desconfianza ... ¿Saldréis? Sólo por una noche, ¡os lo ruego! ELVIRA.-Salclré... Confío en vuestro honor de ca- ballero. MANUELITO.-Sois un ángel que ha bajado del cielo pa~a alumb.rar mi cammo. Gracias. . ..... ..... ,