La Perricholi, t. 2

.. L A PERRICHOLI 69 MANUELITO.-¡ Estoy contento... muy conten- to!. .. ¡Ah!, madre, tengo unos deseos locos de oiros can• tar... ¡No sabéis cuánto he extrañado vuestra linda voz! J\1ICAELA.-(Canta festiva). Echate, niño, que viene el coco, ya por los niños que duermen poco; échate, niño, que tengo que hacer, lavar los pañales, cerner y cocer. En tu cunita bien apañadito, tus lindos ojitos no vayas a abrir; no canten los gallos, no cante el sereno, que este niño lindo se quiere dormir. MANUELITO.-Muy linda, madre mía, y muy a propósito: una canción de cuna a la vuelta del hijo pró- digo ... Pero desearía me hicierais la merced de cantar una de aquellas tonadillas que hechizaban al público, (en voz baja) y a mi padre. ¿Dónde está vuestra arpa? <PRELUDIO DE ORQUESTA>. MANUELITO.-¡ Qué agradable sorpresa! ¿Dónde están los músicos? MICAELA.-En d jardín: los hice venir para ce- lebrar tu regreso. MANU__ELITO.-Gracias, madre. ¡Qué buena sois! Cantad ahora. MICAELA.-Pero no la tonadilla que me has pe- dido, sino una composición especial -para tí. (Canta). Si de regreso al hogar, · vienes con el alma ansiosa de emprender vida virtuosa, y con horror al pecado, sepultar todo el pasado·; a la tuya mi -alma unida dará fuerza y claridad, en una inmensa ansiedad de conquistar para tí, eterna felicidad.

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