La Perricholi, t. 2

L A PERRICHOLI 39 DOÑA ISABEL (Con desprecio).-¡Algún pobre vergonzante! DOMINGO.-No lo parece. Viste bien y dijo su nombre. DOÑA ISABEL.-¿ Qué nombre? .DOMINGO.-Manuel Amat y ... no recuerdo qué más. DOÑA ISABEL.-¿ Manuel Amat? ¿ Oiste bien? DOMINGO.-Sí, Excelencia: Manuel Amat ... , pro- nunció claro, y como me habéis ordenad.o que no abra a ningún Amat. DOÑA ISABEL (Con energía).-¡ Jamás, jamás de· bes dar paso a un Amat,- si yo no te lo ordeno! DOMINGO.-Siempre cumplo vuestras órdenes, Ex- celencia. DOÑA ISABEL.-Vete. DOMINGO.-Con vuestra veni a. DOÑA ISABEL.-¿ Quién será e.se mozo y qué que- rría? Sin duda fruto de alguna calaverada del viejq, y viene a sacarle los pesos. Si regresa, le recibiré yo. .. * * * <TOS. - CARRASPERA. - MURMULLOS DE VOZ DE VIEJOJ. AMAT.-Ya no puedo... no puedo más ... Esta tos ... Esta gota del demonio... (Toca el gong). ¡Ay! Lo que es la vida. Como decía mi abuela: "Ayer maravilla fuí, y hoy sombra mía no soy"... ¡ Ay... ay... qué dolores! No pue- do moverme... (Toca otra vez el gong). Esta criada es el demonio en persona... Es preciso hacerla comprender que, aunque viejo y enfermo... ¡Ay! (Tos). <TOCA EL GOHGJ. VERONICA (Tono insolente).-¿ Qué os pasa·, se- ñor, que llamáis con tanta angurria? ÁMAT.-¿ Por qué tardas tanto en venir?

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