La Perricholi, t. 2

-- ...... . 232 M A R I A J . A L V A R A D O R i V E R A LOCUTOR: Micaela se prepara para el. viaje -áf Gran Misterio, con la entereza y decisión con que había enfrentado siem· pre la Vida. <GOLPECITOS EN LA PUERTA). MICAELA.-Ve, Margarita a la sala; deben esta,i_: ya el escribano y los testigos. MANUELITO.-¿ Cómo el - escribano? ¿Quién le ha llamado? · · l\!IICAELA.-Yo le mandé llamar. Tú no quisiste hacerlo todas las veces que te dije ... Ve ... ve, hija.. -ESCRIBANO.-Santas y buenas tardes, doña Mi- caela. Ya ·me tenéis aquí: la negrita me hizo pasar. Tam- bién están los testigos. ,,MICAELA.-Muy bien hech2, don José ~ntonio. Hijo, no te quedes como un bobo. .Haz traer sillones pa- ra sus 1\.1ercedes. DON FELIPE SANTIAGO ESTENOS.-¡ Que áni- mo teñéis, doña Micaela ! Siempre alegre y atendiendo a todo. / ,. MICAELA.- ' Ya no; ya no, don Felipe. Me llegó la hora. - DOCTOR ANTONIO BEDOYA.-¡ Cuántas jóve- nes quisieran -ser como vos! Aún tenéi~ que enterrar. a muchos: Vuestro carácter vencerá al tiempo y a la Parca. MICAELA.-Verdad que no soy de alfeñique; pero pronto emprenderé el gran viaje, y quiero . dejarlo todo arreglado. Manuel n9 quería que hiciera todavía mi tes- tamento... MANUELITO~-No veo porque tenéis tanto empe• ño, cuando estáis tan bien . . MICAELA.-¡ Qué muchacho! Cree que por el he- cho de testar, vo'y a enterrar el pico inmediatamente~ ESCRIBANO.- . ¡Vaya! Hacer _testa!mento no es morirse, clort Manuel. · ' MICAELA.-Bueno, que termine el introito y co- mience la mise.

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