La Perricholi, t. 2

L A PERRICHOLI 229_ MARIANITA.-¡ Ah! Eso es mejor que la filosofía. ¿Os vais a casar? TAGLE.-Si n1e aceptáis como vuestro pns1onero, en cuanto vos lo ordenéis. MARIANITA.-¡ Siempre bromista! T AGLE.-No es broma, Marianita; la amo y le su- plico que sea mi .esposa. Su niña será nuestra. La que- rré tanto como vos. MARIANITA.-No os sacrifiquéis por misericordia. TAGLE.-No; esta vez me lleva a ofreceros mi nom- bre sólo el amor. Aceptad, l\íarianita. l\1ARIANITA.-Pero... T AGLE.-No me habléis del mundo, de los demás, . del que dirán. El mundo somos vos y yo. MARIANITA.-Si así fuera os diría... T AGLE.-¿ Qué, Marianita? MARIANITA.-Sí. T AGLE.-Pues como es así, sellemos nuestro com..; prom1so. <UN BESO). MARIANITA.-¿ Qué hacéis? . T AGLE.-Tomar lo que tanto tiempo anhelé ... ¿Me amáis? MARIANITA.-Hace cuatro años. T AGLE.-¡ Cruel, me lo ocultabáis, tendréis que in-- demnizarme ! MARIANITA.-Con una mmensa ternura para to- da la vida. - "------- ·----· ... .., ......... ,.. - * * * LOCUTOR: En el primer cuarto del siglo XIX, avanza Micaela Villegas, anciana ya, pero su espíritu lúcido, agudo, sen- sible, vibra con la tragedia de los mártires patriotas, y su mirq.da ávida explora aurora5 de libertad. J'ranscurre el año 1818 y en la suntuosa sala, de artística decoración,

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