La Perricholi, t. 2

204 M A R I A J • · A L V A R A D O R I V E R A CAPITAN.-Voy a atenderla. MANUELITO.-Capitán debe ser mi dama... ¿Po- dríais permitirme hablarle aunque sólo fuera un minuto? CAPITAN.-¡ Por Santiago! ¡ Qué _'trance ! El caba- llero y el amigo, lo haría de mil amores; el Capitán de la guardia no puede complaceros. MANUELITO.-No soy un criminal, _Capitán. CAPITAN.-La verdad es que tampoco tengo or- den de incomunicaros... Esperad. <PASOS J. * * * .. . ,, ~ CAPITAN.--¿Sois la dama que desea ver a don Manuel Amat? MARIANITA.-Sí, señor Capitán, soy yo. CAPITAN.-Pasad... (Pasos). Por aquí... Permi· tidme que os conduzca ... Cuidado con el piso~ .. Aquí te- néis a don Manuel. lVIANUELITO.-¡ l\!Iarianita ! MARIANITA.-¡ Manuel! MANUELITO.-¿ Estuviste en la panadería? MARIANITA.-Si y al no encontrarte, mi alma se llenó de terror. MANUELITO.-¡ Pobre amor mío!. .. No ha sido si no un cambio de alojamiento. · MARIANITA.-Te traigo algunas cositas. MANUELITO.-¡ Mi ángel, no te sacrifiques! MARIANIT A.~N o me prohibas que te traiga al- go, pues me daría mucha pena. Las tortitas y los dulces, yo misma los hice. MANUELITO.-· l\íe sabrán a gloria. CAPITAN (Precipitado).-¡ Venid... venid, señora, que llega el señor Alcalde de Corte.

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx