La Perricholi, t. 2

L A PERRICHOLI 19-7 LOCUTOR: Y he aquí a Marianita comentando con Barba y Ta- gle, los incidentes del proceso. . MARIANITA.-¡ Es inaudito lo que está haciendo doña Micaela ! BAR_BA.-¿ Qué nueva ofensa os ha hecho? lVIARIANITA.-Ahora no se trata de mí. .. Y habría preferido que siguiera echando lodo a mi honra, antes que a la de su hijo. TAGLE.-¿ Pues qué ha hecho contra el pobre an- gelito? · MARIANITA.-Sin duda pensando doña Micaela justificar su oposición al enlace de su hijo, dice que no obstante haberlo educado en el santo temor de Dios, y de no omitir gasto alguno para darle los mejores maestros, el niño reveló siempre las peores disposiciones, enfregán· <lose a toda clase de desórdenes. · TAGLE.-"De tal palo tal astilla JJ ... ¿Qué más dice en sus recursos? MARIANITA.-Que por dicha conducta licenciosa de su hijo, le envió a Europa, preparando el viaje con tan gran cautela, que Manuel sólo supo de la larga travesía que iba a realizar, cuando zarpó el buque. · BARBA.-¿-Y para qué esa relación? MARIANITA.-Pues para demostrar como se ha afanado por llevar a su hijo por la buena senda... Pero yo n9 soy opa, y rota la valla del respeto_que le tenía , por ser madre de Manuel , he contestado el recurso. BARBA.-¿ Qué le decís? - MARIANITA.--Que no fué tan buena la enanza que dió a su hijo, puesto que no pudo enmendar las ma· las disposiciones de éste; y que no es alejándolos de su la- do como una madre forma el corazón de ·sus hijos, sino

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