La Perricholi, t. 2

L A PERRICHOLI 185 BARBA.-Ibais meditando en la eternidad ... No me habíais visto. CAMPUSANO.-Verdad, que si .no me habláis, no habría reparado en vos. BARBA.-¿ Venís de visitar a Nlanuelito? CAMPUSANO.-Sí, de donde él vengo: Y vos, ¿también vais a ver lo? BARBA.-Efectivamente, vengo a visitarlo, ¿qué tal ánimo tiene? CAMPUSANO.-Ha merecido la divina gracia de Dios, y está dispuesto a acatar la voluntad . de su madre. BARBA (Con asombro).-¿Cómo? ¿No cumplirá su compromiso de matrimonio con Mariana? CAMPUSANO.-La madre le niega su consenti- miento para ese enlace, y él; como buen hijo,_no insiste en oponerse a la voluntad materna. . BARBA.-Pero él sacó a esa niña del beaterio con ofrecimiento de matrimonio, en documento que llevo aquí, padre, y esa promesa es sagrada. CAMPUSANO.-No empléis esa palabra en cosas profanas. Para que os convenzáis del desistimiento de Manuelito a ese enlace, os dir~ que me ha rogado pida para .él la mano· de Elvirita Ormaza. BARBA.-Pero esto es una pesadilla, padre, Ma- nuel no puede ser tan mal caballero. CAMPUSANO.-No juzguéis, hijo, no juzguéis con tanto rigor: hay los deberes por respetos humanos, y hay los deberes por - leyes divinas. Los padres tienen autori- . dad indefectible sobre los hijos. Id a hablar con :Manue- lito y os convenceréis de su arrepentimiento. BARBA.-Sí, padre, con vuestra venia. CAMPUSANO.-Que Dios te ilumine, hijo mío. "71 . (PASOS). BARBA (Musita).-No puede ser ... no puede ser.. No, señor, no ·puede ser. Baldón caería sobre Manuel .si tal hiciera. • • •

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