La Perricholi, t. 2

12 .. MARI A r . ALVARADO RIVERA ·MANUELITO.~. ¿Qué hacéis, Alférez, que no obe- decéis mis órdenes? ¡Coged al insolente! ALFEREZ.·-Se resiste, mi Capitán. CGRITEBIA DE LOS MUCHACHOS). MANUELITO (Sofocado).-Alférez Alvarez, no sois un buen vasallo de su Majestad... Ya veréis como yo solo tomo al insurgente mozalbete. ves. SANTIAGO.-¿ Prenderme a mí? Vei:i, si te atre- MANUELITO.-Castigaré tu insolencia. ¡Toma! <GOLPE. - LUCHA>. ALFEREZ.-Se dan de ,verdad ... Yo me voy... Si mi mamita sabe que he estado en la bolina, me pega. SANTIAGO (Da un grito).-¡ Ay! ... ¡Ay! Mi nariz. ¡Qué bruto eres!. .. Se lo voy a decir a mi padre. (LLORA>. ALFEREZ.-Tú siempre concluyes pegando, Ma- nuel. Así no 8e juega. MANUELITO.-¿ Por qué no quiso entregarse pre- so? <TOQUE DE LA CAMPANA DE LA IGLESIA>. ALFEREZ.-Llaman ya a la novena... Me vcy, ¡1or• que mi madre me estará buscando para llevarme a la igle- sia. Hasta mañana. (VASE CORRIENDO). SANTIAGO.-Yo también me voy... Vámonos to- dos. Dejad solo a ese abusivo ... Me las tendrá que pa- gar... TODOS.-Sí, vámonos ... UNA VOZ (Con misterio).-Mañana, entre todos, le descargamos una paliza de padre y muy señor mío. CVANSE EXTINGUIENDO LAS VOCES Y PASOS DE LOS CHICOS). MANUELITO.-Se han ido. No me importa... Pe- ro ¿qué me hago solo? ¡Ah! Allá viene Carmencita. ¡Qué linda es!... Dios te guarde, Carmencita... ¿Adónde vas?