La Perricholi, t. 2

JSO MARI A J . . ALVARA .DO . RIVERA MANUELITO.-¡ Oh... los cláveles !... <CABRERA>. MICAELA.-Sí, Vicente, parece que han entrado aquí... la puerta está sin candado... quizá nos sintieron entrar y corrieron a esconderse aquí. .. ve a traer las pis- tolas. ECHARRI.-Ve tú, yo cuidaré la .puerta. Podrían salir, mientras yo voy y darte un susto. MICAELA.-No me muevo de aquí. Ve presto. ECHARRI.-Es una temeridad, Miquita, que te quedes sola. MICAELA.-No demores, Vicente... ve por las pis- tolas. JORNADA VEINTICINCO LOCUTOR: Tranquilizóse l\!Iicaela al registrar el molino y no encontrar ladrones, y se retiró atribuyendo a descuido de Mónica que la puerta estuviera abierta, y que tampo- co ella cerró por estar descompuestos los goznes y ser difícil juntar las hojas. Y a las siete de la noche... (RUIDOS SORDOS). MANUELITO.-¡ Demonio, qué difícil salir de la barrica!... ¡Arriba! ¡Ya está!. .. . Ahora me dejo caer sin hacer ruido. <RUIDO DE LOS PIES AL DAR EN EL PISO). JVIANUELITO (Muy bajo).-JVIarianita... l\!IARIANITA (Muy ·_bajo).-Manuel.. . . l\IIANUELITO.-Voy a subir para ayudarte a que salgas. . MARIANITA.-Sí... sí... ya no puedo más.

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