La Perricholi, t. 2

PERRlCHÓLI DOÑA MARIA.-¿ Nos dejáis, pues? MICAELA.-Obligada por este importuno cólico. MARGARITA.-Tenéis un remedio que os lo hace pasar inmediatamente, ¿verdad? MICAELA.-¿ Quién os lo ha dicho? MARGARITA (Con timidez).-Don Manuel. l\IHCAELA.-¿ Y .os interesáis por mis dolamas, hi- Jª mía? MARGARITA.-Sí ... si os quiero tanto. MICAELA.-Yo también os quiero Margarita. Pe- ro no p uedo más. Llamad a Vicente. Que acerquen la carro.za. * * * LOCUTOR: Sobre las ruinas de un castillo, puede levantarse un hermoso palacio; .y sobre los escombros de un templo, otro de mayor magnificencia, así Manuelito con la fuer- za creadora del amor... MANUELITÓ.-Tu desgracia, Marianita, te hace más digna a mis ojos. MARIANITA.-¿ No me despreciáis? MANUELITO.-¿ Despreciarte? Sería el ·hombre más vil de. la tierra si tal hiciera, por la desgracia que has sufrido: Desde hoy me serás doblemente sagrada: por tu virtud, y por tus sufrimientos. MARIA NITA.-Porque · sois todo bondad y justi.,.. cta. Pero vuestro amor ... sí no será el mismo. MANUELITO.-Decís bien: mi amor no es el mis- n10. MARIANITA (Con suprema angustia).-Tenéis · razón... tenéis razón ... no merezco el amor de un hombre honrado. MANUELITO.-Mi amor no es el mismo, porque ha crecido con tu sufrimiento: -te amo más para hacerte olvidar la amargura del pasado. . . ....,.. ... --

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx