La Perricholi, t. 2

10 MARIA J. ALVARADO RIVERA --------.-- ···--·-·--. -· .... MICAELA.-Vos tenéis la culpa, maestro, de ese mal comportamiento y ociosidad. del niño. - ECHARRI (Aparte).-Truenos y rayos sobre el maestro. ¡Pobre dómine! MAESTRO.-Yo... señora... MICAELA.-Sí, vos que no le castigáis como mere- ce... Yo os he dado absoluta autoridad, y vos no sois ca• paz de ejercerla... No tenéis carácter... Parecéis ... ECHARRI.-Miquita, Miquita, no te violentes ... No vale la pena... Todos los muchachos son flojos para el es- tudfo. MICAELA.-También tú le defiendes; la abuelita lo apaña siempre, y esto es lo que lo echa a perder. (Lla- mando)~ Mónica.~. Mónica... MONICA.-¡ J esú, mi amita ! ¿Qué pasa que me ha asustao con tanto grito? MICAELA.-Ve a buscar a Manuel por el bardo, y traelo inmediatamente. ECHARRI (Festivo).-Vivo o muerto, tendrás que traer al presunto reo, negra, bajo pena de doscientos azotes. MONICA.-¡ Jesú ! ¿Qué ha hecho mi niñito algu- na travesura gorda? ¿Lo va a castigar, mi ami ta? MICAELA.-¿ Qué tienes que preguntar tú, negra entrometida? V e a buscar al niño. MONICA.-Perdón, mi ama, pero ¿qué sabe el an- gelito lo que hace?... Ta en la edad del retozo... ¡Si yo pu- diera gorver a mis quince! MICAELA.-Tú eres otra que lo descompones ... Vete a buscarlo. MONICA.-Voy, voy ar gcelo, mi ama. (Pasos pe= sados de Mónica). (Aparte). Lo esconderé hasta que le .pase el arrebato a mi ami ta, pa que no le pegue... ¡Qué sabe el probe niño! · ·ECHARRI.-·No te envenenes la sangre, mi reina. Die.e bien la negra: son cosas de la edad. Apuesto que andará por allí, olvidado del maestro, contento de verse

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