La Perricholi, t. 2

" L A PERRICHOLI : "i 'J 125 MICAELA.-Parece bruja esta negra: todo es que la necesito, aparece. MONICA.-Bruja buena pa servir a m.i amita... fRJEJ. * * * /J\1ICAELA.-Que salga ya toda la gente, y ve ce- rrando las puertas, negra... Después te vas donde mi co- madre doña María Guido. Marianita también va a ver el recibimiento. (Voz alta). Vicente, ¿estás listo? ECHARRI.-Sí, mi reina. MICAELA.-¿ Vienes con nosotros, Manuelito ?. MANUELITO.-Perdonad, madre; estoy compro• metido con unos amigos para ver el cortejo. MICAELA.-Nosotros nos quedamos a comer don- de mi comadre María. ¿Irás, Manuel? MANUELITO.-No sé, madre, si me exigirán los amigos que los acompañe a cenar. MICAELA.-Cumple, pues, con tus amigos; pero no faltes, a las doce, hijo., cuando más tarde. MANUELITO.--Antes estaré en casa, madre, no quiero causaros intranquilidad. MICAELA.-Dios te conserve en su gracia, hijo mío. Vamos, Vicente. MANUELITO.-Yo voy con vosotros hasta la Pla- za de Armas'" Allí bajaré. MICAELA.-Ven, pues. ¿Y Marianita? MONICA.-Se fué a su cuarto, mi ama. MICAELA.-Vamos. <PASOS). MANUELITO.-Subid, madre, y vos, don Vicente. MICAELA.-Yo en medio de los dos. Así... Me siento alegre, como no lo estaba hacía mucho tiempo. (PARTE LA CARROZA>.• • • •

RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx