La Perricholi, t. 2

L A PERRICHOLI 117 JORNADA VEINTITRES LOCUTOR: En aquellos momentos decisivos, que podían re.sol- ver su suerte, Marianita hizo un llamamiento al espíritu de su madre, y salió al paso de la Superiora. fPASOSJ. MARIANITA (Aparte). ¡ lVIadre mía, dame fuer• zas!. .. (Alto). Reverenda madre, en vuestra busca vengo. SUPERIORA.-¿ Qué deseabais, hija? MARIANITA.-Quería deciros ... SUPERIORA.-Estoy con una visita, hijita. Des· pués hablaremos. MARIANITA.-En dos palabras os lo digo, Reve- .rencia, así me libro de este pensamiento. Deseo salir a casa de alguna dama, a coser. Si se presenta la oportu- nidad, os ruego me designéis. SUPERIORA.-¡ Qué extraña vuestra resolución, siempre habéis deseado permanecer aquí, retraída de to- do trato! MARIANITA.-Pero ahora ya no, Reverencia. Os ruego que me proporcionéis una colocación. SUPERIORA.-¿ Sabéis hacer sayas? MARIANITA.-A mi prima, doña Inés de Gueva- ra, se las cosía muy lindas, según expresaba ella, y sólo por afición me atreví a esta labor, pues entonces no ne- .cesitaba trabajar. SUPERIORA.-Pues parece que Dios propicia vues,. tro deseo. En el locutorio hay una señora que me pide una costurera de sayas, y yo vine para averiguar quien podría prestar este servicio a la señora. MARIANITA.-¿ Os solicitan una costurera de sa- yas? ¿ Quién?

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