La Perricholi, t. 2

los· j M A R I A J . ALVARADO RIVERA MANUELITO.-No; vmo no: ni una gota. Cho- colate y vainillas. <GRANDES CARCAJADAS). T AGLE.-N,o me había equivocado: tenemos ya una santa gloriosa: Rosa _de Santa María, y presto va- mos a colocar en los altares a San Manuel Amat y Vi- llegas. ¡Ja, ja, ja! MANUELITO.-Reid cuanto querá_is; pero no que· brantaré mi voto: amigos míos, et) la primera copa está el mayor peligro. JUAN.-Cuando el diablo se mete a predicador. .. ¡Mozo... · mozo! TAGLE.-Es porque trae entre los cuernos, el pen- samiento de una diablura, muy diabla. MOZO.-¿ Llamaba su Merced? T AGLE.-Vino para nosotros, y (cambiando la voz) para el señor, chocolate y vainillas. MOZO.-¿No quiere vino el se,ñor don Manuel? ¿Está enfermo? , T AGLE.-No, hombre, se hace fraile misionero: va a redimir a los indios salva]es . MOZO.-¡Je, je, je! ¿Verdad, señor don Manuel? l\!IANUELITO.-Son chanzas de estos demonios; pero no les hago caso: chocolate y agua, agua pura. (Con simulado enojo). Y basta de chanzas, que si no quiero beber, mi espada no se ha roto, y puede caer sobre los grac10sos. JUAN.-Hombre, son bromas de buenos amigos. T AGLE (Aparte).-¡ Cómo este no ande mal de la cabeza!. .. (Alto). También debo advertirte, que mi es- pada no ha perdido el filo, y que si otr.a la busca, sabrá responder. MANUELITO.-Pero, ¿lo tomas en verdad? Si ten- go el alma llena de alegría, de una alegría que no he sen- tido jamás, y vengo en busca tuya, Tagle, como si fueras mi hermano. TAGLE.--Ya eso es otra cosa ... Yo bailo al son que

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