La Perricholi, t. 2

/ L A P E R R I · C H O L I 105 troducidos a los oídos de los que se complacieron en cuen~ tos obscenos... lVIICAELA (Suspira).-¡ Ay, perdonadme, Señor! CAMPUSANO.-lVIientras otros demonios con te- · rribles . tenazas, tiran la lengua de los que calumniar.on al ·prójimo. <ORGANO>. MÁNUELITO.-l\1e ha hec.ho señas... Me acerca• ré ... ¡Qué bella está! caer. l\!fARIANITA.-Recoged el papel que . voy a dejar l\!fANUELITO.-Gracias. MARIANITA.-Disimulad. MONICA.-Dios n1e perdone; pero el 111110 Manue- lito, parece que viene más por alguna de la recogida, que por la santa misa. CAMPUSANO.-Y a los que profanan el sagrado templo del Señor, con acciones pecaminosas, se les apli- ca todos los tormentos, porque su pecado es más grave que el que los hombres cometen uno contra otro: son pe- cados contra la divinidad. <ORGANOJ. l\!fICAELA.-Vicente, ¿ dó.nde se ha ido ese. niño? ECHARRI.-No lo veo yá ... Hace un momento es· taba cerca de la capilla de las recogidas. <ORGANOJ. * * * LOCUTOR: En su cuarto, Manuel, febril, ansioso, con las ma- nos temblorosas, abre el billete que recibió en el templo, • I y devora su contemdo. l\!fANUELITO (Lee) .-Amado de mi alma: No ig- n'oráis que vine a refugiarme en esta casa sar:ita, buscan- do la paz para mi atribulado espíritu. Creí que había en-. contrado ese ansiado sosiego. Vivía triste; pero resig-

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