Una llave, un mar, un puente : el impacto de la selección de libros en la formación de lectores

98 literatura. Ante el hastío, la angustia, el dolor, el desconcierto de un grupo humano —de un au- ditorio, por modesto que sea—, hay siempre al- guien dispuesto a construir un relato, un mundo de palabras que engaña o consuela, que abriga y demora la destrucción, que salva de la locura y el desamparo, o los provoca (2014, p. 84). Y de inmediato estamos ante esos textos que nos han producido el ensimismamiento que solo provoca la lectura de literatura. Estamos ante la potencialidad del arte. Frente a un libro de literatura que nos lleva a vivir otra vida. Que nos muestra, desde lo sutil, cuestiones profundas de lo humano. Quienes trabajamos con niños y niñas, con libros y lecturas, somos testigos de esos momentos donde nos traspasa un evento artístico. Cuando los experimena- mos, nuestra vida cambia para siempre. Porque, a partir de allí, buscamos ese efecto en cada una de las lecturas que elegimos. Quién no quiere leer toda la obra de Pes- cetti ante un auditorio de niños y niñas que se toman la panza de tanto reírse con «Cartas a Papá Noel» o quedar estupefactos/as con la crueldad en «Los zapatos rojos de Andersen», repetir los rugidos terribles con Donde viven los monstruos … Una vez que vemos en marcha la po- tencialidad de la literatura la buscamos, la elegimos, la seleccionamos. Y comprendemos que es un hecho en sí

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