Una llave, un mar, un puente : el impacto de la selección de libros en la formación de lectores
61 la longitud del brazo del que ve controla la dis- tancia. [...] El libro como objeto es íntimo, exige una con- frontación uno–a–uno: por un lado, con el que hace el libro y, por otro lado, con el que lo ve. Sin embargo, si es de producción masiva, el li- bro puede llegar a un público mayor que el de una exposición. No queda relegado a una duración de un mes o a un evento único. Un libro puede ser visto en cualquier lugar, en cualquier momento, en cualquier situación, y puede volver una y otra vez. Pero, no obstante, un libro de producción masiva, con sus amplias capacidades de llegada, sigue siendo una experiencia uno–a–uno.[...] Para percibir la mayor parte de este potencial, basta con sostener un libro y pensar. Ahora, ábra- lo. Las páginas en blanco al comienzo del códice se llaman páginas de guarda. Los fabricantes de libros están fascinados con el papel y las páginas de guarda le permiten usar papeles especiales, que resultan muy caros e inapropiados para el bloque de texto. Dar vuelta a las páginas de guarda cumple una función: Aclarar la mente antes de la lectura. La función de las páginas de guarda es paralela a la del marco de una lámina. Paso tiempo pensando sobre el acto físico, de volver la página. La com- prensión de lo que sucede al volver la página nos permite hacernos la idea de cómo imaginar el li- bro.
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