que a partir de su aparición los historiadores dejan de llamar a la época Renacimiento para denominarla como el periodo de la Reforma, aunque en puridad esta sea parte del movimiento renacentista. Como respuesta, la Iglesia católica buscó impulsar una renovación a su interior, conocida como la Contrarreforma, que se desarrolló en forma antagónica con la protestante y que condujo a una larga serie de guerras religiosas entre países y al interior de estos, especialmente en Francia y Alemania. La Ilustración, deudora del racionalismo y el empirismo, se desarrolló en el siglo dieciocho inaugurando un nuevo humanismo basado en la idea de un hombre sabio capaz de conocer el mundo y a sí mismo por el solo uso de la razón, liberado de toda opresión y que goza de plena libertad de espíritu. La sociología, como señala Ritzer (2002), será fuertemente influenciada por estas proposiciones, apoyándolas o siendo crítica de las mismas. Respecto de esto último, Nisbet indica que una de las principales paradojas de la sociología consiste en que si por los objetivos y valores políticos y científicos que defienden sus principales figuras debe ubicársela dentro de la corriente principal del modernismo, varios de sus conceptos esenciales y perspectivas implícitas están cerca del conservadurismo filosófico157. A modo de síntesis En resumen, el pensamiento moderno implicó un cambio en el lugar que el hombre creía ocupar en el cosmos: deja de considerarse un elemento integrado en el gran todo y se siente capaz de hacerle frente. En Fausto, Goethe visibiliza la afinidad entre el ideal cultural del autodesarrollo y el movimiento social real hacia el desarrollo económico: «el único modo de que el hombre moderno se transforme, como descubrirá Fausto es trasformando radicalmente la totalidad del mundo físico, social y moral en que vive»158. De este modo toma forma la idea de que la cultura y la historia son hazañas del hombre mismo: el sentido de la vida humana es forjar un mundo a su imagen y semejanza. «El orden social no es el simple resultado de una herencia intocable, pues el hombre puede proyectarlo conforme a un diseño racional»159. En términos sociológicos actuales se afirma la convicción de que los individuos, a través de sus prácticas, son portadores activos de la agencia en los asuntos sociales: son ellos los que producen en su interacción la realidad social y no los dioses, el destino o las leyes de la naturaleza160. 92
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx