Teoría sociológica

CAPÍTULO VI. PROCESOS CENTRALES DE LA MODERNIDAD La modernidad occidental, como se afirmó líneas arriba y se detallará a continuación, es fruto de varios procesos interdependientes a raíz de los cuales nacieron nuevas instituciones, organizaciones, categorías mentales, sensibilidades, relaciones y formas de interacción social. Ubicamos su comienzo a fines del siglo quince tomando como hito histórico el descubrimiento de América, que marca el origen de lo que Wallerstein (2004) denomina sistema-mundo. Bajo esta perspectiva, la modernidad está marcada desde sus inicios por el dominio que sobre las sociedades originarias impusieron las europeas mediante la conquista violenta y la colonización. Esta relación asimétrica —cuyos centros de decisión económica y política se ubican en las metrópolis dominantes— entre sociedades con distintas culturas y formas de organización, poder y recursos origina que el mismo proceso genere simultáneamente muy desiguales y perdurables consecuencias en cada una de las partes del naciente sistema intersocietario. Por esta razón, en el análisis de los cambios sociales conducentes a la modernidad conviene distinguir y articular: a) las características y resultados que estos procesos adoptan en cada tipo de sociedad; y b) la lógica de los procesos globales que surge como fruto de su desigual relacionamiento. En función a lo anterior, en forma breve y esquemática presentaremos los cuatro procesos señalados líneas arriba que son los que usualmente se resaltan en sociología para dar cuenta de las profundas transformaciones acaecidas en las sociedades de Europa Occidental en su tránsito a la modernidad, y cuyos resultados institucionales y organizativos constituyen los objetos de estudio del análisis social: 1. Separación del poder público del poder privado y conformación del Estado-nación moderno. 2. Desarrollo del mercado interno y del capitalismo. 77

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