explícitamente la sobrevivencia en la vida social de los más fuertes y capaces. Según Coser51, la sociología norteamericana, que en sus inicios presentaba una mezcla de moralismo cristiano, reforma progresista y el predominio del estudio de problemas sociales sobre el interés puramente teórico, pudo tempranamente institucionalizarse y desarrollarse debido, entre otras razones, a que su introducción coincidió con el primer gran crecimiento experimentado por el sistema universitario estadounidense desde comienzos del siglo diecinueve, que contaba con una amplia base de recursos, y a la participación de grupos organizados e influyentes que respaldaron su existencia. Así, es solo recién en 1876 que la primera universidad completa, la John Hopkins, abre sus puertas, y cuatro años después el Colegio Superior de Columbia empieza a convertirse en universidad nacional, seguida poco tiempo después por las universidades de Michigan y Pennsylvania. En 1891, merced a grandes donativos privados, se crearon las importantes universidades de Stanford y Chicago. Esta expansión, producida en tan breve tiempo y carente de las trabas tradicionales características de las universidades europeas, permitió acoger a nuevas disciplinas en la estructura curricular entre las cuales la sociología fue bienvenida. En 1875 Sumner dictó el primer curso de sociología en Yale. En 1892 se creó el Departamento de Sociología de la Universidad de Chicago, que publicó la primera revista enteramente dedicada a la sociología, el American Journal of Sociology, y ejerció un gran liderazgo intelectual en los Estados Unidos hasta mediados de la década de los treinta. En este departamento convivieron sociólogos de talante práctico con otros de corte netamente académico, lo que se expresó en ciertas premisas distintivas que proclamaban que «la sociología debía ocuparse de la reforma social, combinada a que debía tener un carácter científico»52. Una de las figuras más relevantes en los inicios de esta escuela fue Robert Park (1864-1944), quien desarrolló algunas de las ideas de Simmel sobre la acción e interacción y su importancia en la vida social. Estas ideas, junto a las de George Mead (1863-1931) sobre la constitución de la persona, fundaron los pilares de lo que más tarde sería el interaccionismo simbólico, la primera teoría sociológica surgida en Estados Unidos. A pesar de los recursos económicos y del dinamismo desarrollado en las emergentes universidades norteamericanas, el centro de elaboración de teorías y conceptos sociológicos continuó en Europa, a cuyas 39
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx