Teoría sociológica

en ocasiones pueden conducir a conflictos de clase de distinta índole e intensidad. En la sociedad moderna la configuración, las posiciones y las situaciones de las clases están estrechamente unidas a la configuración del Estadonación y del capitalismo industrial, así como al paulatino dominio colectivo de los sistemas simbólicos: racionalización, ciencia y tecnología. Las clases se definen en función de las posiciones que ocupan en el proceso productivo —tipo de actividad y propiedad o no de los medios de producción—, pero las relaciones que sus miembros mantienen entre sí no se agotan en las relaciones de producción, sino que se caracterizan por su multidimensionalidad. Distintos autores afirman que las dimensiones económica y cultural —socialización familiar y educación formal— son los dos criterios centrales para clasificar y delimitar a las clases sociales en las sociedades de capitalismo avanzado. La estructura de clases, como la estructura social, no es un mecanismo autorregulado que tiene existencia propia e independiente de los seres humanos; es un producto y un proceso social originados y reproducidos por la forma en que la organización de la sociedad determina el acceso a los recursos tangibles y no tangibles, y por las acciones y prácticas sociales de los actores. En este aspecto insisten Giddens con la noción de dualidad de la estructura; Elias con las nociones de psicogénesis, sociogénesis, campo y relaciones sociales; y Bourdieu con las de espacio social, habitus, posiciones y disposiciones. En el análisis de clases es importante distinguir, con fines de clasificación y explicación, el aspecto ordenativo y distributivo —cuyo eje central son las posiciones que se ocupan en la estructura productiva y ocupacional— de las prácticas sociales efectivas de las clases y sus miembros en los ámbitos político, cultural, económico y social. Aun cuando las relaciones de clases son multidimensionales, la dimensión económica juega un papel central para determinar las posiciones de clase. Desde distintas perspectivas, Bell, Castells, Quijano, Bourdieu, Elias y Giddens reconocen tal centralidad, coinciden en que las dimensiones política, social y cultural no son instancias derivadas de la económica y en que, obviamente, todas estas mantienen mutua interdependencia. Igualmente, estos autores concuerdan en la importancia que tienen en el análisis de clases los aspectos objetivos y subjetivos, materiales y simbólicos, y la estructura y la agencia individual y colectiva. 175

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