los procedimientos democráticos, uso de la religión para fines distintos a esta, utilización del derecho como instrumento para lograr fines ajenos a la justicia. No todas las instituciones presentan el mismo ámbito de cobertura en la vida social: las que han tenido a lo largo de la historia un alcance más general han sido las políticas y las religiosas, a las que se han plegado en la modernidad tardía las económicas. Dentro de las sociedades actuales el Estado-nación ocupa el espacio más amplio y general de las instituciones y organizaciones políticas. En tanto institución, se encarga de establecer los derechos y deberes que garanticen el bienestar y la convivencia pacífica entre los ciudadanos, de distinguir los intereses particulares de los generales y de orientar las conductas aceptables en los dos ámbitos; en tanto organización, cuenta con un aparato administrativo, fines, reglas y recursos y una posición-rol que representa al conjunto de ciudadanos: el de presidente. La estrecha relación que existe entre el ámbito institucional y el organizacional y la legitimidad que otorgan los cargos públicos permiten que muchas veces se manipule lo institucional para que grupos privados se apropien de los recursos estatales. Esto pervierte la misma noción y realidad del Estado como institución y puede conducir al enfrentamiento y conflicto social, así como a la búsqueda de nuevos caminos. Por ello, conviene distinguir el uso que hacen de los recursos las personas encargadas institucionalmente de la organización —de su definición institucional—, pues en muchos casos no coinciden. Las instituciones tienen diferentes lógicas. Una primera clasificación permite distinguir en el mundo moderno las instituciones de la vida cotidiana, la vida familiar y las de amistad, la cuales se rigen por criterios de valor y normativos distintos a los que rigen las instituciones políticas y económicas, las que —según Weber— en la modernidad se expresan mediante las organizaciones burocráticas, donde prima la acción racional con arreglo a fines y cuya deformación conduce a la primacía de la llamada acción instrumental. Habermas258, profundizando en las diferencias entre ambas, denomina sistema a los ámbitos institucionales y organizativos económicos y políticos, y mundo de la vida a los ámbitos de la vida cotidiana, y señala que el primero pretende imponer su racionalidad y formas de ver el mundo al segundo, proceso que él «denomina colonización del mundo de la vida por el sistema». 161
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