acción social son, al mismo tiempo, los medios para la reproducción sistémica»225. En consecuencia, las personas actúan e interactúan con sentido y con significado no solamente porque tienen motivos e intereses particulares — los seres humanos realizan sus acciones y dan cuenta de estas con base en la conciencia discursiva, la conciencia práctica y elementos inconscientes —, sino también porque existen estructuras que posibilitan sus acciones, las cuales a su vez actualizan dichas estructuras226. Esta relación dialéctica conlleva el entendimiento —asumido también por varios autores— de dos postulados: la sociedad es el resultado no buscado de acciones individuales intencionales y la acción significativa más trivial supone la existencia de estructuras y cultura para hacerla posible. Giddens también acota que los agentes sociales siempre pueden dar cuenta de las razones de sus conductas y de lo que se proponen obtener en las circunstancias inmediatas en las cuales actúan, pero sus explicaciones tienen la limitación de dejar de lado las condiciones inadvertidas y las consecuencias no buscadas de sus acciones. Toda práctica social y, por tanto, toda acción e interacción ocurre y es comprensible dentro de una contextualidad ubicada en el espacio y el tiempo. En función de esta contextualidad Giddens distingue tres grandes tipos de sociedades: sociedades sin clases, sociedades divididas en clases y sociedades de clases, cada uno caracterizado por un conjunto de instituciones, organizaciones y universos simbólicos propios, y aunque cada tipo se ha configurado en distintos momentos históricos de la historia de la humanidad, coexisten dentro de relaciones asimétricas de poder que dan origen a complejos sistemas intersocietarios. 9.5 ACCIÓN COLECTIVA Los tres clásicos han abordado la acción colectiva desde distintos puntos de vista y con mayor o menor grado de elaboración. Durkheim sobre todo prestó atención a las conductas colectivas derivadas del pánico o de los efectos que ejercen sobre los individuos las asambleas o las revueltas. Weber también se acercó a la acción colectiva, sobre todo cuando analiza las posiciones de estatus y de clase y concluye que estas pueden conducir a la agrupación y al reconocimiento común de intereses y, por lo tanto, a la acción colectiva, como sería el caso de que, dadas determinadas circunstancias, obreros que ocupan similares posiciones decidan actuar políticamente. Finalmente, Marx es, de los tres clásicos, el que mayor 143
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