fundamental para hacer análisis sociológico: por qué las personas se comportan como lo hacen, y por qué y cómo utilizan determinadas categorías para definir las diversas situaciones que enfrentan en la vida cotidiana. Sin embargo, para explicar y comprender la vida social el sociólogo debe ir más allá tanto en contenidos como en modos de obtener y fundamentar el conocimiento. En primer lugar, esto es así porque, si bien es cierto que los agentes sociales siempre pueden dar cuenta de las razones de sus acciones y de lo que se proponen obtener en las circunstancias inmediatas en las cuales actúan —pues ser miembro competente de una sociedad implica saber responder por qué se hace lo que hace—7, al estar fundadas en el sentido común, aquellas tienen la limitación de dejar de lado las condiciones inadvertidas y las consecuencias no buscadas de su actuación8. En segundo lugar, porque para desenvolverse en la vida diaria los actores constantemente suspenden la duda y utilizan espontáneamente el conocimiento aprendido en la socialización mediante el uso de lo que Giddens llama «conciencia práctica»9. La suspensión de la duda supone la aceptación y el manejo, la mayoría de las veces implícitos y acríticos, del sentido común y de las convenciones de la sociedad10, adquiridos en la socialización primaria y secundaria. Si bien las convenciones presentan una gran fortaleza para marcar las pautas de comportamiento y las categorías de entendimiento de la vida social, a su vez son frágiles porque su vigencia depende de que los actores las acepten sin cuestionamientos. Cuando se presenta algún tipo de problema en la comunicación, un mal entendido, una mirada agresiva o se toma conciencia de una situación injusta, por ejemplo, las convenciones son cuestionadas, dejan de operar11 o son reemplazadas. En síntesis, el conocimiento sociológico exige interconectar el sentido común y las prácticas sociales con las condiciones estructurales y los sistemas simbólicos de la sociedad. Zygmunt Bauman: diferencias entre sentido común y sociología* En primer lugar la sociología hace un esfuerzo por subordinarse a las rigurosas reglas del discurso responsable, que supuestamente es un atributo de la ciencia. Esto significa que de los sociólogos se espera que se preocupen especialmente por distinguir —de manera clara y visible para cualquiera— entre las formulaciones 13
RkJQdWJsaXNoZXIy MjgwMjMx