discurso personal sobre ellas. Giddens196 afirma que «[…] la identidad del yo, como fenómeno coherente, presupone una crónica: se explicita la crónica del yo constantemente […] una autobiografía —en especial en el sentido amplio de historia interpretativa del yo, presentada por el individuo en cuestión, tanto si está puesta por escrito como si no— se sitúa en la actualidad en el centro de la identidad del yo en la vida social moderna». La identidad del yo, basada en la propia crónica autobiográfica, es el yo entendido reflexivamente: es esta dimensión reflexiva la que otorga sentido de continuidad y coherencia a cada ser humano en medio de las contingencias de la vida y de las continuidades y rupturas experimentadas. 171 Para autores como Elias, más allá de algunas fantasías egocéntricas, el científico social debe ser capaz de comprender hasta qué punto los seres humanos se realizan por medio de relaciones sociales: «Debemos ver que estamos dentro de la sociedad, y que esta no es una roca, sino que es un sistema abierto, no tan perceptible o sensible como una casa, sino con relaciones que son estables e inestables al mismo tiempo y que se dan entre seres humanos con voluntad y no simples instrumentos - mecánicos». Elias (1982, p. 15). 172 Al respecto varios sociólogos señalan que el periodo actual se caracteriza por la velocidad sin precedente que han adquirido los cambios y por la fragilidad de las relaciones sociales y de las identidades individuales, a la vez que por la importancia y el poder que han obtenido globalmente el mercado y los Estados sobre sus integrantes. Bauman (2003), que ha dedicado varios estudios al tema, emplea, para denominar al estadio actual, el término «modernidad líquida» para indicar la flexibilización que ofrecen sus contornos en el presente frente a la rigidez que presentaban en la modernidad que se consolidó inmediatamente después de la primera industrialización. 173 La relación individuo-sociedad ha sido explorada desde distintos ángulos por muy diversos novelistas, ver por ejemplo Papa Goriot de Honore Balzac (1964); Madame Bovary de Gustave Flaubert (1999); El Hombre sin atributos de Robert Musil (19691982); Me llamo rojo de Orhan Pamuk (2007); El libro dorado de Doris - Lessing (2007); Todas las sangres (1968), Los ríos profundos (1972) y El zorro de arriba y el zorro de abajo (1971) de José María Arguedas; Confesiones de Tamara Fiol (2009) y La violencia del tiempo (1991) de Manuel Gutiérrez. 174 Abundantes y diferentes estudios históricos y antropológicos muestran que los seres humanos, a partir de las mismas características biológicas y potencialidades para hacer y decir en el mundo que comparten, han producido respuestas culturales muy diversas —tanto intra e inter sociedades como a través del tiempo— para hacer frente a sus necesidades biológicas, anímicas y sociales. Piénsese, por ejemplo, en la variedad de valoraciones y normas surgidas alrededor de la comida según las etapas históricas y según las costumbres de cada cultura o grupos dentro de ella: utilizar la mano o cubiertos; en el caso en el que se emplean estos, la cantidad de los mismos y el material utilizado para su fabricación; los rituales y maneras de mesa; el tipo, la cantidad y variedad de alimentos considerados como tales, la oportunidad de ingerirlos, etcétera. 125
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