Teoría sociológica

superar no solo la dicotomía estructura/agencia, sino también la separación individuo-sociedad. Los habitus, que configuran la matriz interna que permite actuar organizadamente a cada individuo en su entorno social, son adquiridos mediante la socialización que ocurre dentro de familias y grupos integrantes de clases sociales; la estructuración interna de los sujetos es una estructuración similar y a la vez diferenciada por clase, género y tradición cultural. A las mismas posiciones corresponden similares disposiciones y, con alta probabilidad, parecidas tomas de posición. Bourdieu ejemplifica el impacto diferenciador que la organización del mundo social tiene sobre la configuración de la matriz interna que da lugar al desarrollo de la persona social a través del análisis de la construcción social del gusto y de las orientaciones políticas individual y de clase, y muestra que estas están marcadas por los hábitos adquiridos en la socialización y por las posiciones que se ocupan en los campos195. En el planteamiento de Bourdieu existen tantos modos de decir, pensar y gustar del mundo como posiciones hay, y por ello también hay una lucha simbólica y no simbólica constante por imponer el punto de vista propio, pero no a todos les es reconocida socialmente la legitimidad para hacerlo; es decir, no todos tienen el poder de nominar. Debido a lo anterior los habitus individuales y colectivos están sujetos a diferentes valoraciones en el mundo social y, por tanto, a muy distintas posibilidades de realización o de exclusión, con lo cual se refuerza el carácter multidimensional de la desigualdad: personal, material y simbólico. 8.4 A MODO DE SÍNTESIS: RESULTADOS DE LOS PROCESOS DE SOCIALIZACIÓN: ADAPTACIÓN, RESISTENCIA Y CREATIVIDAD Es importante destacar que el proceso de socialización no implica una «programación cultural», por el contrario, sin este sería imposible que la persona desarrolle la capacidad de reflexionar y actuar autónomamente y un sentido de identidad propia (que involucra una dimensión individual, resultado de la biografía personal, y otra grupal, fruto de la pertenencia a identidades colectivas identificadas culturalmente: país, clase, género, etnia, religión y profesión, entre otras). La identidad de la persona no está constituida por características inmutables, sino por características relacionales sometidas a cambios a lo largo del tiempo. El sentido de identidad del yo en la modernidad tardía se asienta tanto en las experiencias del sujeto como en la elaboración de un 124

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