contamos con las potencialidades para desempeñarnos autónomamente, requerimos de un periodo prolongado de cuidados y aprendizaje para que estas se realicen efectivamente; c) nuestra configuración como personas es resultado de un complejo proceso que corre a cargo de los padres o cuidadores cercanos, dentro de un entorno natural y cultural, por lo tanto, es un proceso situado y mediado socialmente que se caracteriza por la diversidad de caminos que presenta históricamente entre sociedades, clases sociales, géneros, grupos de pertenencia y medio ambiente; d) todos los seres humanos nos hacemos personas en vínculos con otros y en relación con la naturaleza no humana. En sociología se distingue entre socialización primaria, que abarca desde el nacimiento hasta aproximadamente los seis o siete años, y la socialización secundaria, que corre desde esa edad hasta la muerte. Ambas consideran las definiciones culturales que las sociedades específicas hacen de las etapas del ciclo vital. El proceso de socialización primaria En el proceso de socialización primaria, dados los vínculos entre la criatura indefensa y sus padres, el aprendizaje está cargado de un intenso contenido emocional177, por lo que los conocimientos que se adquieren poseen una significación muy profunda y especial —que va más allá de su carácter cognitivo—, y constituyen el piso sobre el cual se establece la primera distinción entre lo sagrado —aquello que no se mancilla ni transgrede— y lo profano —lo que puede y debe manipularse—. Es a esta etapa a la que se vuelve en distintos momentos de la vida como quien busca retornar a un lugar más que evocar un tiempo pasado. El proceso de socialización primaria implica, según Giddens178, el conjunto de actividades y experiencias que posibilitan que la criatura indefensa se convierta gradualmente en una persona: 1. consciente de sí misma, tanto en sus dimensiones afectivas como cognitivas; 2. con capacidad de adquirir y producir conocimientos; y 3. diestra en las manifestaciones de la cultura en la que nació. El primer aspecto señala que la socialización es el origen de la individualidad e identidad: mediante ella cada uno desarrolla un sentido del «yo», así como la capacidad de pensar, sentir y actuar de forma 111
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