Negociaciones comerciales internacionales

La palabra «conforme» es la manera como el grupo responde para expresar que se está avanzando y se ha entendido, pero no es una muestra de que todos estén admitiendo lo planteado y que efectivamente se cumplirá. Cuando se negocia en equipo es conveniente que previamente se coordine entre sus integrantes y se elaboren el plan y la agenda. Cuando los componentes de la misión han sido analizados y el equipo llega a un consenso sobre lo que debe plantearse en la mesa de negociaciones, unos cuantos miembros deberán ser seleccionados para preparar el bosquejo del mismo, ya que el equipo, como un todo, no siempre puede escribir la versión final. La sabiduría de quienes elaboraron y diseñaron la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos de América es un buen modelo de un procedimiento adecuado, a pesar de que en el debate de los contenidos de la Declaración de Independencia participaron más de veinte personas. Ellos eligieron, después de largas discusiones en las cuales se fue diseñando la misión, a un grupo de tres para que la elaborasen, dos de los cuales —Benjamin Franklin y John Adams— decidieron que uno de ellos, Thomas Jefferson, prepararía el bosquejo final. De esa manera fue elaborado uno de los más memorables documentos de la historia moderna. Y esa experiencia se repite diariamente en los equipos de trabajo de cualquier naturaleza, incluso en los tribunales judiciales hay un actor directo, al igual que Jefferson, o un proyectista en los equipos de estudio, o un magistrado informante en los cuerpos colegiados de administración de justicia. Cuando hay una misión compartida, las ideas fluyen con claridad y son aceptadas y asumidas por el equipo. Así también ocurre en las empresas e instituciones. Una persona, o dos como máximo, elaboran el bosquejo, e incluso la agenda. Una vez que el bosquejo está listo, debe ser analizado nuevamente y mejorado por el equipo y, luego, se debe volver a realizar el borrador final y presentarlo a la organización, institución o entidad gubernamental, antes de iniciar las negociaciones formales. La selección, conformación y número de negociadores del equipo es otro de los aspectos a considerar. Un grupo interdisciplinario asegura un mejor enfoque de los objetivos y el desarrollo del proceso. Se requiere que por lo menos uno de sus miembros sea un especialista en negociaciones y en cultura o historia, ya que esto dará el soporte básico para la cohesión del equipo. En América Latina no existe mayor experiencia de trabajo en equipo, lo que abre las posibilidades al individualismo —cuando no al 91

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