Ello no significa plantear una táctica de enfrentamiento con otros países; por el contrario, asumir nuestra latinoamericanidad —con sus frustraciones y logros— nos hará merecedores del aprecio ajeno. Ni la sumisión y genuflexión generan respeto ni consideración, y quienes así actúan llegan a acuerdos estériles. El sudor forma parte del costo y la satisfacción de los propios negociadores, aun de aquellos que se salen con la suya. Quien tiene poder negociador no valora más a quien se pasa a sus filas sino al que defiende su propia trinchera y busca el consenso. Las negociaciones económicas internacionales involucran no solo aspectos económicos, corrientes de inversión y flujos financieros, sino también aspectos políticos y culturales que deben ser vistos dentro de un horizonte de tiempo acorde con los grandes objetivos nacionales. En tal razón, el comercio exterior, dentro de una visión moderna del Estado, es competencia de las Cancillerías. Dicho de otra manera, es muy importante para que sea responsabilidad de un solo sector del Estado —como son los Ministerios de Comercio Exterior—, incluso porque tienen dos culturas diferentes en la visión del plazo y del intercambio de mercancías. El equipo negociador de cada uno de los países de América Latina debe verse fortalecido con los representantes de los distintos sectores involucrados, tanto del gobierno como del sector privado: gremios, universidades y la sociedad civil. Pero, además, debe contar con la presencia del Congreso de la República, que no solamente está para ratificar o no el tratado sino también para intervenir en su formulación de la misma manera como el Congreso de los Estados Unidos de América ha delineado los objetivos y márgenes de la negociación precisando el ámbito a sus negociadores. 6.2.8. Inexistencia de estrategia negociadora Una muestra de que solo existe una única estrategia negociadora en este proceso es la evidencia de una acción dinámica de una sola de las partes: los Estados Unidos de América. Colombia fue el primer país invitado a una reunión de negociación; luego, el país convocante la extendió al Perú y Ecuador, en razón de que ambos estaban involucrados dentro del ATPDEA y el Perú había mostrado una inclinación abierta y entusiasta a suscribir el TLC sin hacer estudio previo. Los citados países, por lo demás, se han reunido en Cartagena (mayo de 2004) sin haber diseñado una estrategia negociadora de conjunto. Ello explica por qué solo en la mesa de negociaciones las tres 243
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