cargos desde la II Reunión de 1999 en Toronto (Canadá) en que se empezó a preparar un borrador de texto y se encomendó su más dinámica actuación. Al carecer de habilidad negociadora los equipos latinoamericanos lo único que hacen es seguir los lineamientos de la agenda o a moverse dentro de una partitura preconcebida por la parte con mayor experiencia. Para superar esta limitación, los países que vienen negociando el TLC han optado por diversos mecanismos. En el caso del Perú y Ecuador se han formado equipos de trabajo que incluyen representantes del gobierno el sector privado. Colombia ha ido más allá al asignar temas específicos de análisis y discusión a su sector académico; así la Universidad Externado abordará el tema de solución de controversias, estrategias y metodología de negociación y además será coordinadora. La Universidad Nacional de Colombia asumirá los aspectos relacionados competitividad; la Universidad del Rosario, lo concerniente a agricultura; la EAFIT y el Politécnico Gran Colombiano, el tema de servicios; la Universidad de Antioquia, las compras estatales; la Universidad de los Andes, la política de competencia; la Universidad Sergio Arboleda, lo referente a propiedad intelectual; y el Centro de Investigaciones, FEDESARROLLO el tema de acceso a mercados. 6.2.5. Ausencia de objetivos nacionales Ningún país que ha empezado sus negociaciones con miras a un TLC (Ecuador, Colombia y Perú) tiene objetivos claros, cuantificados y públicamente conocidos: todo se lleva dentro del mayor sigilo. Aunque se aduce que ello beneficiará a toda la sociedad latinoamericana en su conjunto, esta no puede conocerla previamente. Ninguna autoridad ni documento oficial permite conocer en qué, cuánto y cómo se logrará el desarrollo económico de cada país. Solo se conoce con claridad el plazo de la negociación que, por cierto, es de apenas dieciocho meses. Al no tener objetivos claros, definidos, realistas y posibles, el equipo negociador solo actuará como un adherente si tiene alguna experiencia general de negociación, esquivando aquellas situaciones específicas sobre las cuales tenga una idea clara, pero no una visión de conjunto. Algunos otros países latinoamericanos saben lo que no quieren, como es el caso del Brasil, en el campo multilateral —que lanzó la primera alerta acerca del tema de la propiedad intelectual y los genéricos médicos—, pero no saben 240
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