proceso de globalización económica, y no la imposición de intereses frente a los cuales el movimiento social está desarrollando, viviendo y buscando nuevas formas de desarrollo incluyentes, social y ecológicamente responsables, y muchas de cuyas propuestas no solo están escritas sino que constituyen alternativas con posibilidades de éxito. La estrategia fue empezar con el atractivo del ATPDEA (Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga), que indudablemente incrementó la exportación de algunas mercancías latinoamericanas, pero al costo de comprometer a los países (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) en la participación de las negociaciones que llevarían al cumplimiento e incorporación al ALCA, inicialmente el TLC. De esa manera, si alguno de dichos países beneficiarios desatendiera dicho proceso, se quedaría sin los beneficios ya disfrutados del ATPDEA. El ritmo con el que se quiere firmar el TLC, así como los plazos de su ejecución, son cortos y generan desconfianza. Así, los términos dentro del subgrupo «acceso a mercados» son perentorios, porque se retacean los lapsos en la eliminación de aranceles y se elimina la posibilidad de aranceles preferenciales, sobre todo para los productos agrícolas. En lo que corresponde a la propiedad intelectual, a la inversión extranjera o al contenido nacional de la producción industrial, se intenta plantear plazos más latos cuando no son materia de concesiones en la mesa de negociaciones, y hay resistencia a reconocer que la Ronda Uruguay ha ocasionado serios desequilibrios en contra de los países latinoamericanos. El ex canciller de México, Jorge Castañeda, quien tuvo una actuación ponderada en las relaciones con los Estados Unidos de América, afirmó en la Ciudad de Bogotá que para su país «la prisa fue pésima consejera en la negociación del NAFTA». 6.2.3. Desequilibrio tecnológico y comercial Esta es una negociación que empieza con un gran desequilibrio, debido al tamaño y al nivel de desarrollo tecnológico y comercial de EE.UU., que controla los sectores estratégicos de la economía, domina los mercados y la mano de obra altamente tecnificada y posee el poder para dictar la política económica. De tal manera que no es exactamente un proceso de integración económica, pues ello implica un intercambio más o menos lineal de productos, flujos de capital, ganancias e intereses en ambas direcciones, formación de empresas conjuntas, relaciones y beneficios más o menos simétricos, y un respeto por la autonomía y decisión soberana de 238
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