países. En ese sentido, desde 1991 casi todos los Estados presentaron un mayor dinamismo de sus ventas regionales con respecto a las globales. El incremento en el comercio intrarregional no parece haber sido el único cambio que experimentaron los flujos comerciales en los años noventa entre los países de la ALADI. A pesar del importante aumento en las ventas regionales totales, durante todos los años el comercio de manufacturas aumentó su participación total. En 1992 llegó a 57% y de ahí en adelante alcanzó casi el 60%. Las transacciones de manufacturas se duplicaron a fines del siglo XX, lo que resulta el flujo más dinámico y el único que superó el crecimiento de las ventas intrarregionales totales. Esta evolución del comercio intrarregional se sustentaba en una serie de mecanismos de negociación concertados entre los países miembros al amparo del Tratado de Montevideo 1980, así como en el Acuerdo de Cartagena entre los países de la Comunidad Andina, en el Tratado de Asunción entre los países del MERCOSUR y en los múltiples acuerdos pluri y bilaterales suscritos entre los países de la Asociación. Al interior de la ALADI existen 75 acuerdos de comercio entre los países miembros, además de los ocho que cubren otras áreas, y 27 que involucran a países de la asociación y a otros países o áreas de integración de América Latina. De esos 75 acuerdos de comercio, siete son de carácter regional — incluyendo a todos los países miembros— y 68 son de carácter bi o plurilateral. Tales mecanismos o centros de negociación se ejecutan por etapas. Así, en primer lugar se fija una fecha para empezar la comunicación entre las partes a través de las Cancillerías. Posteriormente, los Estados se sientan a la mesa con el asesoramiento técnico de la Secretaría y se llega a un punto medio en las negociaciones, «tratando de agrandar el pastel». Cuando se ha alcanzado un acuerdo, se intercambian comunicaciones a través de las Cancillerías y después se formaliza este convenio por medio de notas reversales. Para que los países lleguen a conclusiones rápidas, es necesario que: Estén abiertos a la negociación y concertación, compensando o concediendo por su participación. Las cláusulas finales de los acuerdos favorezcan la convergencia, para que los beneficios que se pacten puedan ser utilizados por los demás miembros. Las negociaciones consideren tratamientos diferenciales para 175
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