Negociaciones comerciales internacionales

denominación. La más importante de estas decisiones autoriza la práctica de un tratamiento diferenciado y más favorable en favor de los países en desarrollo, derogando la regla de no discriminación. Esta decisión se conoce con el nombre de «cláusula de habilitación». El sistema del GATT engloba un conjunto de convenciones distintas del Acuerdo General, donde los signatarios no coinciden necesariamente con sus partes, ya que regulan materias específicas. La conclusión de tales acuerdos procede esencialmente de dos preocupaciones distintas: por un lado, codificar las prácticas susceptibles de ser el origen de los obstáculos no tarifarios en el comercio, frecuentemente disposiciones que ya figuraban en el Acuerdo General y que pasaron a denominarse «códigos»; por otro, establecer disciplinas específicas para el comercio de ciertos productos particulares, como los textiles, cereales, lácteos o cárnicos. El GATT tenía una estructura de pequeños centros de negociación, lo que permitía ir adecuando posiciones de manera informal, hasta llegar a las grandes decisiones. El proceso empezaba con una etapa muy informal de conversaciones. Aun cuando dentro de la organización había negociaciones bilaterales y multilaterales, solo nos referiremos a estas últimas, pues son las que trajeron consecuencias generales que comprometían a varios países. En la mayoría de los casos la idea de negociar sobre tal o cual tema nacía a propuesta de un país —por lo general desarrollado— que mostraba interés en negociar sobre dicho tema. El proceso de negociación inicial duraba por lo menos un año, y consistía en definir si se iba a llevar a cabo la reunión en la que se discutía dicho tema. Solo se determinaba la agenda de trabajo, los temas que se iban a tratar y cómo se tratarían. En suma, un proceso de negociaciones preparatorias en el cual las cancillerías tenían mucho que hacer, ya que esta es una parte esencialmente diplomática de la negociación. Después de este proceso previo —que, como dijimos, tomaba un buen tiempo— empezaba la negociación real. Pero esta tenía características singulares, pues en el marco del GATT se actuaba dentro de un clima muy informal. El aspecto formal, propiamente dicho, se presentaba solo al final, cuando se hacía público el acuerdo o el desacuerdo, pero todo el debate previo estaba rodeado de informalidad. Por eso, generalmente, no se elaboraban actas durante ese período: lo que se tenía era una relación o líneas generales de lo que realmente se discutía. En consecuencia, era muy difícil seguir una negociación comercial completa, porque la parte formal 149

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