Negociaciones comerciales internacionales

enviar un nuevo lote de grifería, y pidió al importador que vendiera todo el lote objeto del reclamo como chatarra y que considerase el producto de la venta como un reintegro de lo que habían pagado por la importación cuestionada. La compañía importadora se sorprendió por tan diligente y efectivo planteamiento, mantuvo su relación comercial y fue la mejor referencia de F.V.S.A. para otros importadores del país del norte. Efectivamente, la empresa argentina había demostrado de una sola vez que era confiable, seria, y que frente a cualquier contingencia podría superar la situación. Ahora orienta a dicho mercado el 50% del total de sus exportaciones. Otro ejemplo —ya en el caso del dominio global de los mercados— es la novísima teoría (abril 2004) esgrimida por los Estados Unidos de América de las llamadas «amenazas emergentes», como el populismo que alienta sentimientos antiestadounidenses, con lo cual cualquier movimiento político, gremial o social que critique en su propio país políticas comerciales, cuestione inversiones estadounidenses —como por ejemplo en los procesos de privatización del agua, la energía o en cualquier otra forma— podría ser considerado como una amenaza a la seguridad de la primera potencia económica del mundo. 4.1.2. Fait accompli En un mundo en el que el comercio internacional está regido por términos y frases en inglés, es bueno resucitar otros idiomas empleados en las antiguas conferencias y congresos, como el francés, cuyo uso va siendo dejado de lado de nuestras facultades de Derecho, y aun por las de Farmacia, Medicina y Química. El hecho consumado, o fait accompli, es una vieja táctica en virtud de la cual el negociador plantea y hace lo que se propone, poniendo así a la otra parte ante una situación consumada o hecho consumado. Esta táctica es eficaz cuando hay que tratar con gente pasiva, indecisa o novata en estas lides. La indiferencia permite que el fait accompli pase sin ser cuestionado, cuando no sin ser visto (Aquarius, 1971, p. 23). Esta táctica se puede utilizar en los asuntos que no son fundamentales, por ejemplo la determinación del día de reunión, la vestimenta, y aun el lugar en donde se celebrarán las sesiones de negociación o conciliación. Si se decide usar en temas más importantes, deberá hacerse un esfuerzo para volver razonable la acción, a pesar de que es preferible no aplicarla, pues alguien podría cuestionar el derecho a ejecutarla. 126

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