Negociaciones comerciales internacionales

a) El poder de la influencia La influencia es una de las expresiones en las que se ve más claramente el poder de las personas, de las empresas o del Estado. Ella tiene gravitación directa sobre los sujetos, sin que sea necesario expresarla en una negociación. El renombre y el prestigio constituyen una de las formas más efectivas de influir sobre las personas y las organizaciones. Su formación demora años y toma gran esfuerzo, pero una vez que se consigue, basta una referencia o una exposición para lograr moldear una corriente de opinión y, en consecuencia, influir sobre la conducta de los demás. Por eso es que, con frecuencia, los gobiernos déspotas, autocráticos y dictatoriales lo primero que hacen es desprestigiar a personas probas y decentes utilizando los medios de comunicación masivos, especialmente la prensa popular y de bajo costo, que llega más fácilmente y de manera impactante a la población. Durante el decenio de la corrupción en el Perú, su Servicio de Inteligencia, puesto al servicio de la dictadura, se encargó de diseñar una estrategia de demolición del prestigio y la honra no solo de los políticos de oposición, sino de cualquier profesional que tenía potencial prestigio o predicamento en la sociedad. Utilizó para ese propósito los programas de televisión dominicales que llegaban a la tranquilidad hogareña cuando toda la familia estaba junta, como para calar el mensaje de que lo mismo podía afectarlos. Uno de esos programas fue el de Nicolás Lúcar, un conductor sin escrúpulos que llegó a montar una patraña contra el doctor Valentín Paniagua Corazao, Presidente Provisional del Perú, para destruirlo moralmente. Aunque esa actitud no fue creída por nadie y la población indignada salió a defender a su presidente y a condenar al conductor, era el colofón de la conducta y estrategia desarrolladas durante el decenio en que se afectó indiscriminadamente honras, se maltrató hogares y se destruyó el aliento de muchos peruanos a quienes se les amenazaba diciéndoles que «debían una explicación al Perú». Al respecto, Robert Greene señala: «Su renombre y su prestigio constituyen la piedra angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y ganar […] Convierte su prestigio en una fortaleza inexpugnable. Manténgase alerta frente a cualquier tipo de ataques potenciales y desbarátelos antes de que se produzcan» (Greene, 1999, p. 72). Ese prestigio y renombre posibilitan influir sobre las personas, las organizaciones y la política internacional. 103

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