Literatura, imaginación y silencio
16 En el poema de Levertov resplandecen algunas pala- bras y frases sacudidoras e inquietantes como «secreto», «querer saber», «descubrir», «suponer». Intentaré seguir su resplandor para aproximarnos a las células vivifican- tes de lo imaginario encarnado en el decir y en el callar de la poesía. En la escena del poema es posible vislumbrar una red de cercanías enhebradas en voces. Por un lado, las de esas dos chicas lectoras o escuchadoras de poesía cuando descubren juntas un verso revelador. Por otro, la de un tercero a través del cual la enunciadora del poema se entera del hallazgo. Y, a lo largo del poema, la de ella misma, portavoz del yo y evocadora de la figura auto- ral, donde se encierra «el secreto de la vida» para esas lectoras. Secreto que goza de la libertad de ser olvidado y vuelto a hallar mil veces. A esa trama podemos sumar el encuentro cercano y personal de cada uno de quienes leemos o escuchamos el poema como posibles cómpli- ces de ese descubrimiento que nos es confiado. Quizás para algunos, estos versos que cuentan acerca del secre- to descubierto por dos chicas nos revelan otro secreto anidado en nuestro interior, desconocido hasta leer el poema. Nadie puede tener dominio absoluto sobre las resonancias imaginarias de lo leído. Así como parece suceder en este poema (una micro- ficción en donde se cuenta una intensa historia míni-
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