La novela moderna : estudio filosófico

- 27 - al rededor del cual, naturalistas y románticos, idea– listas y realistas, todos han girado, recibiendo más ó menos luz, más ó menos calor, según se alejaron ó acercaron á él. " Todas las literaturas del mundo le deben algo á Víctor Rugo" ha dicho con gran verdad el gran pu– blicista italiano d' Arnicis. Hasta el realismo, esencialmente antagónico del romanticismo, podría también invocar á Víctor Ru– go, como á su iniciador ó creador. Nadíe antes, había dicho como él :-"Genios ense– ñádme las plantas de los pies, para que vea que te– néis como yo, el polvo de la tierra. Y en otro lugar: "Sed pintores fieles de la natura– leza y de los caracteres, y no copistas viles de la histo– ria; para mí es preferible en el teatro, que los hom– bres sean verdaderos á que lo sean los hechos". Víctor Rugo más que una escuela personifica toda una época, casi un siglo Desde Homero hasta Víctor Rugo, hay una lumi– nosa estela que, en las alturas del g8nio, marca la ru– -ta seguida por el espíritu humano. El romanticisn10, brote vigoroso de los genios artís– _ticos de aquella época, nació al calor del idealismo cristiano, asociado al idealismo griego, unidos ambos con no sé qué fantasía orientalista, mágica igualita. ria y á la vez revolucionaria. El hornbre encontrábase entonces tan cerca de los ideales cristia nos. que la lira de los poetas y novelis– tas, vibraba sólo con las creaciones de lo belfo é ideal. Después de la musa épica, hija de Grecia y ciuda– dana de Roma, debía venir la musa romántica; ella al rechazar las doctrinas de Aristóteles, de Boileau y L'Harpe, emancipándose de la escuela clásica, acer– có el arte á la naturaleza y á la vida. Y si bien ensancharon el radio de su acción, desvia– ron por exceso de idealismo, la visual que debía guiar– los. Estas culpas, que más que de los escritores román– ticos, son de la época en que ellos vivieron, pue– den ser compensadas con grandes méritos, que bien merecen nuestra gratitud y admiración. El romanticismo inspirándose en el cristianismo, ha levantado á muy altas esferas el ideal del escritor. Si convertimos la mirada hacia el arte antiguo en- ...