La novela moderna : estudio filosófico

- 24- fósiles de la historia, reconstituir cuerpos complPtos sin que les faltase ni el músculo que acciona, ni el co– razón que palpita, ni el espíritu que piensa. Como poeta posee todos los dones imaginativos que infunden vida y calor á las ideas; posee la mirada del filósofo que adivina los ~ucesos y predice los acon– tecimfentos, para armonizarlos con la acción de sus creaciones. Víctor Hugo juzgando á estP novelista dfoe: "Wal– ter Scott ha bebido en los manantiales de la natu– raleza y la verdad, un género desconocido, que es nuevo, porque puede hacerse tan antiguo como se de– see". · En otro lugar dice: "Tras la novela pintoresca, pero prosiica de Walter Scott. falta crear otra clase de no– vela, 1ná~ bella y más completa, según nuestra opinión. _ La novela que sea á la vez drama y epopeya, pintores– ca pero poética, real pero ideal, verdadera pero gran– diosa; la novela que engaste á Walter Scott en Ho– mero". Hoy nosotros, con nuestro espíritu analítico y posi– tivista, necesitamos la novela que engaste á Wa.I– ter Scott en Emiiio Zola. Antitéticos el uno del otro, pero simbólicos y mag– níficos, pues que, el uno representa la grandeza del corazón humano, el otro la miseria del cuerpo humano; el uno ha penetrado en los abismos de la historia, y con el galvanismo de su genio, ha dado vida y resucitado pasiones y afectos propios del hombre; el otro ha pe- . netrado en los abismos de la tierra, allá en los ántros tenebrosos de las minas, ó en las tabernas y cloacas de la gran 1netrópoli, para enseñarnos á esos seres ab– yectos y desgraciados, que viven la vida de la bestia hum.ana. Y cuando la fusión sublime de Zola y Walter Scott, se haya realizado; entonces los hijos anémicos na– cidos en los viveros del arte romántico,como también los monstruos acéfalos nacidos baj~ el f rio glacial del pesimismo naturalista, caerán en los osarios de la his– toria, para no volverá levantars·e jamás. Y Walter Scott y Zola simbolizándo el uno al ser moral, y el otro al ser material, completarán el arte realista, iniciado ya por grandes Maestros entre los que se encuentra Daudet en primer término►